LA NIÑA VACÍA
La niña vacía
vaga solitaria por las calles
no tiene casa, ni nombre, ni padres.
La niña vacía
es sorda, muda y ciega
no siente nada,
no es nada,
tan solo está presente.
Observa con sus ojos blancos
rasgados y distantes,
la niña vacía no entiende de guerras,
ni patrias, ni banderas.
Ella imagina
ser un niña llena
con un nombre,
y que juega a las muñecas.
La niña vacía
no come, ni duerme
solo anda por la tierra
y tan solo en noches oscuras,
a veces sueña,
y esos sueños la llenan de ternura
pero es la ternura para ella
la más eterna duda.
La niña vacía
no va a la escuela
siempre se esconde,
cuando suena la sirena.
No tiene amigas,
es sorda, muda y ciega;
no conoce a nadia que no sea
la luna, el sol y las estrellas.
La niña vacía
se volvió poco a poco transparente
su dolor era tan arduo
y su pena tan grande.
Y es que la niña vacía
tenía un nombre.....Paz,
pero ella no lo sabía
y seguía vagando
cada vez más desolada.
Entonces su corazón
se volvió un llaga,
y todo lo de alrededor
padeció entre las llamas.
Más toda la gente
notó repentina su presencia,
pero ya no se llamaba Paz,
la niña vacía,
ahora se llamaba Guerra.
Y es que las personas
vivían bien, mas no
se daban cuenta que
estaba ella hasta que desapareció,
sin que nadie supiese,
que antes existiera.